Psicoterapia Gestalt

La psicoterapia no es ingeniería aeroespacial (es más puñetera)

Nota tragicómica de entrada: la psicología lleva años lidiando con una crisis de replicación, y los resultados medios de la psicoterapia son… irregulares. Útil para muchxs, floja para otrxs, milagrosa para unos pocos. Ese es el telón de fondo honesto.

Si somos honestos, no hemos avanzado tanto

Nos gusta fingir que hemos superado el confesionario, el oráculo de Delfos, la sanadora del pueblo. ¿De verdad? Hemos cambiado el mobiliario y el vocabulario. Los problemas humanos —duelo, amor, miedo, sentido— siguen probándose sombreros nuevos.

Lo que de verdad funciona (en mi experiencia)

  • Presencia transformadora. Una personalidad fuerte y serena de la que tu sistema nervioso pueda “tomar prestada” regulación. Alguien que te mira y notas que ya estás cambiando.
  • Hacer algo significativo y distinto. No sólo hablar del cambio: encarnarlo.
  • Clientes que arrancan la tirita. Si quieres crecer más de lo que quieres comodidad, la terapia suele funcionar.

Lo que no funciona (o te empeora)

El bucle infinito sobre uno mismo. La terapia puede volverse una forma refinada de narcisismo si coleccionamos insights como sellos sin cambiar relaciones ni hábitos. Conozco gente que pasó años en modalidades varias (trauma, psicodélicos, análisis… lo que sea) y salió más frágil en el trato cotidiano.

La terapia va de adaptación

¿Adaptación a qué? A relacionarte: con personas, con el trabajo, con la cultura en la que vivimos. Si buscas la Verdad con mayúscula, la terapia suele quedarse corta. Si buscas presentarte de otra manera en tus relaciones, puede ser potente.

A veces la mejor terapia se siente como una conversión

Hay sesiones raras que parecen una pequeña muerte y una pequeña resurrección. Una visitación. ¿Por qué no llamarla sagrada? En lo personal, mis grandes giros no llegaron en terapia. Vinieron por otros caminos (sobre todo meditación). Tu experiencia puede ser distinta.

Mi terreno: Gestalt relacional (una especie de hipermeditación)

Piensa en ello como meditación con otra persona, en vivo y en directo:

  • En lugar de desaparecer hacia dentro, observamos lo que ocurre entre tú y yo momento a momento.
  • Llevamos a conciencia lo que suele estar inconsciente: hábitos de atención, respiración, postura, lo no dicho.
  • Practicas esta conciencia conmigo y luego la reconoces “ahí fuera” en tu vida diaria.
  • Con el tiempo, lo que antes te manejaba en segundo plano se vuelve elección.

Para quién soy

  • Personas listas para arrancar la tirita y cambiar su manera de relacionarse.
  • Quien sufre en las relaciones: pocas, demasiado intensas, demasiado lejanas, demasiado fusionadas.
  • Quienes prefieren franqueza, colaboración y experimentos antes que jerga.

Cómo trabajamos

  1. Nombramos lo que duele y lo que quieres.
  2. Probamos cosas: micro-experimentos de conciencia, voz, límites, respiración, movimiento.
  3. Dejamos que aparezca tu yo real. Nos quedamos con lo que sirve; soltamos lo que no.
  4. Te lo llevas a tu vida y traes el parte. Iteramos.

Si quieres una terapia suave pero no vaga, directa pero no brusca—y estás dispuesto/a a hacer lo incómodo y significativo—para eso estoy.

Daniel Hinojo — Psicoterapia relacional & Gestalt
Berlín • Español • Inglés • Alemán

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